Luego del cimbronazo que causó Sofía Villagrán con su declaración, se comenzaron a conocer detalles sobre el episodio en que la joven quedó paralítica. Hasta el lunes, se creía que el disparo había sido gatillado por un “motochorro” que estaba asaltando al empleado de un delivery que le había ido a llevar una pizza. Sin embargo, la muchacha dijo que su entonces novio, Mauricio Díaz, luego le confesó que el balazo se le había escapado a él. Ahora, la investigación se centrará en confirmar esta versión, que de ser cierta, indicaría que Díaz no dijo la verdad en su declaración, ya que ni siquiera mencionó haber tenido un arma.
El episodio ocurrió en mayo, en el barrio Oeste III° de Villa Carmela. Desde el primer momento los testigos dieron a entender que uno de los asaltantes había sido el autor del disparo. Lo cierto es que, durante las pericias, no se produjo el secuestro del arma que mencionó esta semana Villagrán -y que hasta entonces la Justicia desconocía- por lo que no se descarta que alguien la hubiera escondido. De hecho el padre de la muchacha, Eduardo Villagrán, dijo a LA GACETA que estaba seguro que la familia del muchacho había incurrido en maniobras de encubrimiento.
Según comentaron fuentes judiciales, pese a la trascendencia que tuvo la declaración de la joven, por el momento Díaz no se acercó a la fiscalía III° a ratificar o rectificar lo que declaró como testigo. Lo cierto es que en la Justicia se le creyó a Villagrán, porque los investigadores pidieron que al único detenido de la causa, “El Dientudo”, no se le imputara el delito de homicidio en grado de tentativa, pero sí el de robo agravado por el asalto al joven del servimoto.
Al avanzar por otra línea tras este giro, se abrió la posibilidad de que Díaz fuera imputado por el delito de lesiones culposas, pese a que su ex novia prefirió no denunciarlo porque estimaba que había sido algo accidental. Según dijo, al parecer el joven tomó la pistola de un cajón y salió corriendo hacia el balcón para enfrentar a los asaltantes, pero en el camino tropezó con la cama y allí salió el disparo. “Vamos a esperar a ver lo que haga la fiscalía”, había adelantado el abogado de la familia, Pablo Rivera, tras confirmar que Sofía no había denunciado a Díaz.
Ante la posible existencia de esa pistola, que no había sido mencionada y por eso tampoco había sido buscada durante la causa, se abrió un abanico de opciones. En primer lugar, se intentará saber adónde está. Acto seguido, se buscará determinar si está en regla y si el propietario del arma tenía carnet de usuario. La falta de cualquiera de esos documentos podría traducirse en una imputación por infracción al artículo 189 bis del Código Penal, que prevé penas bajas y multas.
Por el momento, Díaz no fue acusado de ningún delito, pero es posible que sea citado a declarar pronto. Si bien la declaración de la muchacha amenazó con dinamitar los supuestos en los que se había basado la investigación, la causa aún no tuvo novedades porque los cuerpos se encuentran siendo estudiados por la Cámara de Casación. Según se pudo saber, la defensora de “El Dientudo” había presentado un recurso para revertir la prisión preventiva y conseguir su libertad antes de que la causa tuviera este giro inesperado. Mientras los cuerpos sigan en manos de los jueces Liliana Vitar, Eudoro Albo y Enrique Pedicone, la fiscalía no podrá disponer ninguna medida. Con todo, se pudo saber que confían en que Díaz se presentará pronto por sus propios medios.